jueves, 4 de noviembre de 2010

Osos Polares


El oso polar, también conocido como oso blanco es, por su tamaño, el dueño de las tierras del Ártico. Su pariente más cercano es el oso pardo. Las diferencias entre ambas especies vienen determinadas por las adaptaciones de cada uno a su medio. En su adaptación a las zonas frías, el pelaje del oso polar se ha ido aclarando, siendo más espeso e impermeable. Las plantas de sus pies están recubiertas de pelo para poder desplazarse sobre las superficies heladas.
El oso polar es un animal ágil, en la tierra y en el agua. Puede nadar a una velocidad de 10 kilómetros/ hora y puede incluso dormir en el agua.
También es capaz de escalar zonas heladas de difícil acceso.
Suele ser una animal solitario. Cuando llega el frío hiberna en una guarida que excava él mismo en la nieve.
Su principal alimento son las focas, sobre todo en invierno. En la época de verano se vuelve casi vegetariano.
Debido a los cambios climáticos, esta especie de osos se puede ver muy afectada. La temperatura de la zona aumenta dos veces más rápido que en el resto del planeta y el hielo del océano Ártico se derrite a una media del 9% cada diez años. De momento existen unos 25.000 ejemplares en todo el mundo, de los cuales entre 3.000 y 5.000 se encuentran en el Ártico Europeo.

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